Si estás vendiendo una vivienda, debes saber que fijar su precio correctamente desde el principio te ahorrará pérdidas de tiempo.

La mayoría de las veces por las que una casa no se vende es porque está sobrevalorada.

Sobrevalorar una vivienda puede traer más de un inconveniente. Lo más probable es que si les pones un precio demasiado caroa tu casa, es que pase el tiempo, los anuncios que has publicado caduquen, te toque de nuevo pagar impuestos o seguros y termines con menos dineroen tu bolsillo que al principio.

Y este no es el objetivo al vender un piso.

¿Cómo saber si una vivienda está sobrevalorada?

Hay muchas señales reveladoras para saber si lo que se está pidiendo no cumple con las expectativas que demanda el mercado.

A continuación, vamos a destacar las 3 principales señales para saber si una casa tiene un precio demasiado alto:

1.- Tiene un precio bastante más elevado que otras casas en la misma zona

La manera más rápida de saber si el precio de una vivienda es justo, es comparándolo con los precios de las viviendas en la misma zona. Para esto, las condiciones y estado de la vivienda deben ser parecidas, ya que, si una ya viene amueblada, tiene jardín, está recién reformada y cuenta con más habitaciones y la otra no, es lógico que el precio sea más elevado.

Trata de encontrar viviendas que se encuentren en las proximidades y que compartan características similares con la que quieres comparar.

Ten en cuenta que, a pesar de tener características similares, los precios no van a ser exactamente iguales, pero la diferencia debería ser mínima. Si el precio va mucho más allá, debe ser porque la vivienda cuente con atributos que la diferencien y justifiquen ese precio, como la calidad de la construcción, algún elemento arquitectónico significativo o su antigüedad.

2.- La calidad o estado de la vivienda

El estado en el que está la vivienda es otro factor importante para saber si un piso es demasiado caro o barato. Un inmueble de nueva construcción se encontrará en perfecto estado y mejores condiciones que otra vivienda o chalet con varios años de antigüedad, por lo que, a pesar de que estas cuenten con los mismos metros cuadrados y características similares, el precio de ambas puede variar significativamente.

El motivo de esto es la necesidad de reparaciones y reformas a las viviendas tras años de uso, lo que implica más gastos. Pero, siempre puede haber casos en los que haya viviendas con años de antigüedad que se mantengan en muy buen estado debido al cuidado que se les ha dado y que apenas hayan estado habitadas desde su construcción.

Para conocer si el precio de un inmueble es demasiado caro o barato, deberás revisar la calidad de la construcción y la condición en la que se encuentra.

Además de la calidad de los materiales de construcción, la orientación, las zonas comunitarias, los gastos de la comunidad, impuestos, el IBI de la casa, la distribución de los espacios, la estructura y la instalación de los servicios también pueden influir en el precio.

3.- Ubicación alejada del centro

La ubicación es uno de los factores más influyentes para saber si el precio de una casa es demasiado cara o barata. A pesar de que la ciudad en la que se localice la casa hace que el precio pueda variar, esto también cambia significativamente según la zona o barrio de la ciudad en la que se ubique y los servicios o lugares que la rodean, ya que son detalles que cambian tu comodidad diaria.

Para saber si el precio de una vivienda es caro o barato, deberás analizar su entorno; si el barrio tiene buena conectividad con el resto de la ciudad, si cuenta con espacios de ocio, zonas verdes, supermercados, farmacias, tiendas, restaurantes, gimnasios, etc. Todas estas características son las que pueden revalorizar el precio del inmueble.

En resumen,fijar correctamente el precio de tu vivienda te ahorrará pérdidas de tiempo. Y para ello, no hay nada mejor que recurrir a manos de profesionales. En Inmoversion, somos especialistas en la venta de casas y estaremos encantados de ayudarte a valorar tu vivienda, de forma totalmente gratuita y sin compromiso.