Adquirir una hipoteca es una decisión económica compleja e importante, necesaria en la mayoría de operaciones de compraventa de una vivienda. Para evitar adentrarnos en la inversión equivocada, a continuación, explicaremos cómo pedir una hipoteca con éxito.
Índice
1. Asegurarse de cumplir los requisitos básicos
Antes de solicitar un préstamo hipotecario es relevante que comprobemos si cumplimos los requisitos para obtenerlo sin dificultad. En este punto se debe hacer uso de la autocrítica para evitar endeudarnos en exceso y acabar perdiendo la vivienda.
En líneas generales, se deben cumplir los siguientes requerimientos para tener altas posibilidades de alcanzar una hipoteca con las mejores condiciones: ahorros de al menos el 30% del valor de la vivienda, ingresos para pagar las cuotas –ya sea de manera individual o conjunta con otro titular–, tener un empleo fijo y un buen historial crediticio libre de deudas o excesivos préstamos vigentes. Si aun así la entidad financiera no considera conceder el préstamo, se puede buscar la figura de un aval o la aportación de otros bienes.
2. Buscar y comparar hipotecas
Si el punto anterior se supera, llega la hora de entrar de lleno en el proceso de cómo pedir una hipoteca. Para ello, es necesario conocer el mercado y ver qué ofrecen los bancos. Teniendo una imagen global, podremos hacernos a la idea de lo que podemos conseguir pero además, a la hora de recibir ofertas, tendremos la capacidad de identificar si es buena o no y renegociarla con el banco.
Para ponerse manos a la obra, se puede optar por la vía presencial acudiendo a varias oficinas (aunque actualmente por motivos sanitarios puede ser desaconsejable) o la telemática, mucho más cómoda.
3. Pedir información y negociar con el banco
A continuación, se establecerá contacto con la entidad elegida para pedir información más detallada al respecto. Si dispone de oficinas, se podrá acudir, mientras que, si es una entidad online, se tramitará a través de dicho medio.
Tras el contacto, se debe pedir al banco la llamada Ficha de Información Precontractual (FIPRE), un documento en el que se plasman las condiciones genéricas de las hipotecas que conceden: importe, plazo, tipo de interés, comisiones, vinculación… Las condiciones pueden no coincidir con las que se concedan de manera concreta en la hipoteca resultante. Sin embargo, es bueno tener una referencia como base sobre la que sustentar la negociación.
4. Entregar la documentación
Acto seguido, el banco solicitará la entrega de varios documentos de el o los solicitantes (las últimas nóminas, la última declaración de la renta, extractos de nuestros gastos e ingresos, etc). Estos recibos se piden para estudiar el perfil económico, dictaminar la concesión y las condiciones. Dependiendo del banco, la información se facilitará de manera presencial, por correo, subiéndola al sistema de la entidad, por correo electrónico, etc.
Además, se deberá adjuntar el informe de una sociedad tasadora homologada o abonar una cantidad cercana a los 300 euros para que el propio banco se encargue de la tasación de la vivienda. Esto ayudará al banco a conocer el valor de la casa que se quiere adquirir.
En el caso de los autónomos, la documentación varía, debiendo presentar, por ejemplo, un dossier sobre la actividad o la empresa, información fiscal, resumen contable de la empresa, etc.
5. Hacer una provisión de fondos
Cuando se encuentre una oferta satisfactoria y se acepte, el banco pedirá hacer una provisión de fondos, ingresar una suma de dinero en una cuenta destinada a pagar los gastos de las escrituras y la hipoteca además del importe de la vivienda que el banco no financie (el cual tiende a ser alrededor de un 20% del valor de la casa).
Por norma general, el precio a ingresar será de entre el 30% y el 32% del importe del inmueble. En el caso de que sobre, sería devuelto en las propias facturas de cada concepto.
6. Acudir a la notaría y firmar el contrato
A continuación, el cliente elegirá la notaría en la que se firmará. Se visitará al notario al menos un día antes de la firma con los cotitulares y avalistas si los hubiera. Según la legislación, en la notaría se verificará que el banco ha entregado toda la documentación, se explicarán exhaustivamente las condiciones y finalmente se llevará a cabo un test para asegurar que los firmantes comprenden el contrato y que se les ha facilitado toda la información legal.
Finalmente, se firman las escrituras de la compraventa en la notaría, junto al apoderado del banco y el vendedor. Tras la formalización y el traspaso de los cheques al vendedor, se habrá adquirido oficialmente el inmueble.
Te recomendamos:
5 pasos a tener en cuenta para comprar una casa con hipoteca