El origen del distrito de Carabanchel está en dos pueblos situados muy cerca del núcleo urbano de Madrid: Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo. Emblema de Madrid por la famosa pradera y las fiestas de San Isidro, hoy te contamos algunas curiosidades sobre uno de los barrios con más personalidad de la capital.
Carabanchel está compuesto por siete barrios: Comillas, Opañel, San Isidro, Vista Alegre, Puerta Bonita, Buenavista y Abrantes. Actualmente es el distrito más poblado de Madrid, con casi 250.000 habitantes en 2018, y alberga algunos de los lugares más emblemáticos e históricos de Madrid.
Es además uno de los barrios con más historia de Madrid, y en él se han encontrado restos de la cultura árabe, muchos de los cuales se conservan en el Museo de San Isidro. Uno de sus monumentos más importantes es la Ermita de Santa María la Antigua, situada en el cementerio, que data del siglo XIII.
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Un poco de historia
Pero, ¿cómo llegan “los Carabancheles”, como se les llamaba, a formar parte de la capital? En los siglos XVIII y XIX los terrenos del pueblo son el destino elegido por la burguesía y las clases altas para construir sus casas de recreo y estar así relativamente cerca de núcleo de Madrid. Algunas décadas después, a finales del XIX y sobre todo hasta mediados del XX tiene lugar su gran expansión, y acoge a mucha población emigrante que llega a buscar oportunidades laborales a la capital.
La pradera de San Isidro, que se convierte en zona de ocio y recreo y en punto de encuentro a partir de los siglos XIII y XIV, es emblema del Madrid más auténtico, y el patrón de la ciudad, San Isidro, era de Carabanchel. De ahí la importancia histórica de este distrito.
En términos municipales, hasta 1948 los Carabancheles aún son poblaciones independientes. Ese año se anexionan a Madrid, y en 1971 lo que antes eran los dos pueblos se divide definitivamente en tres distritos: Usera, Latina y el actual Carabanchel.
A mediados del siglo XX Carabanchel es una zona industrial con una notable actividad y oportunidades laborales. Hoy en día sigue siendo destino de multitud de jóvenes que llegan a la capital a estudiar o trabajar, lo que ha hecho que la oferta de viviendas en la zona sea variada y que sea zona elegida por muchos para comprar casas y hacer una inversión.
Carabanchel y la vida de barrio madrileño
Este pequeño recorrido histórico sirve para hacernos una idea de la diversidad que presentan hoy en día su población, su trazado urbano y su arquitectura. En él conviven fincas que pertenecían a las clases altas y edificios como el antiguo Palacio de Godoy con las corralas de pisos al más puro estilo castizo, o símbolos del distrito como la Colonia de la Prensa, una zona de viviendas unifamiliares construida entre 1011 y 1916 para una cooperativa de periodistas. Y por supuesto no dejamos de lado sus emblemas: el Puente de Toledo, la pradera, la Iglesia de San Sebastián, la finca de Vista Alegre y, algo más contemporáneo y menos llamativo, la famosa cárcel, que se construyó en los años 40 y que se demolió en 2008.
Su ubicación lo convierte en un símbolo del Madrid más auténtico y cambiante, ya que limita al norte con el río Manzanares y con Arganzuela; al sur con Leganés; al este con Usera: un barrio intercultural y al oeste con Latina. Por eso, Carabanchel es hogar de contrastes, pero sobre todo de esa vida de barrio que tanto caracteriza a Madrid.
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