La tasación es uno de los procedimientos clave a la hora de adquirir una vivienda, ya que de ella dependerá la cantidad de financiación que nos done la entidad financiera en concepto de hipoteca. Además, por otro lado, de la tasación también dependen otros elementos como los impuestos relacionados con la adquisición de una vivienda o incluso el seguro de hogar que se contrate.
Sin embargo, ya que la tasación se encuentra tan ligada a la hipoteca, ¿me pueden rechazar una hipoteca cuando existe una disparidad entre el valor de la vivienda y el precio de la compra final?
Índice
Si la tasación está homologada, no se tiene porqué rechazar una hipoteca
En un principio, si la tasación que se presenta en el banco proviene de una tasadora homologada por el Banco de España, la entidad no tendría por qué rechazar una hipoteca, independientemente del precio que finalmente se pague por el inmueble.
Por otro lado, el banco siempre puede llevar a cabo una segunda tasación a modo de confirmación, sin coste para el comprador que ya haya presentado la suya propia. Cuando esto suceda y se dé el improbable caso de que ambos valores sean dispares, la entidad financiera siempre tendrá la libertad y la última palabra para rechazar una operación en base a sus intereses.
Tasación por encima del precio de compra
Como compradores de un inmueble, el hecho de que la tasación sea mayor al importe final de la casa es un factor positivo ya que estaríamos comprando barato. Estaríamos adquiriendo el inmueble por debajo de su valor estimado. Otra ventaja para el comprador es que sería más probable una financiación hipotecaria de la totalidad del precio pagado por la casa. Esto se debe a que el banco calculará la financiación en base a la tasación, no en base al bajo precio que se ha pagado.
No obstante, en este supuesto el banco tampoco tendría demasiados motivos para rechazar una hipoteca, pues a mayor hipoteca, mayores intereses. Si la hipoteca que se concede se hace en base a una tasación mayor, se habrá tenido acceso a un préstamo hipotecario más grande. Esto a la larga afectará a la cantidad de intereses y el comprador acabará pagando una mayor cantidad de los que se habrían acordado con una tasación menor.
Por esta regla de tres, que la tasación sea mayor al precio no es un factor determinante de cara a que el banco no vea rentabilidad en la operación. Por otro lado, sí que puede ser riesgoso para el comprador.
Tasación por debajo del precio de compra
Este supuesto es bastante más problemático que el anterior para el comprador y no solo porque se haya acabado comprando por encima del precio de tasación, es decir, más caro. El mayor inconveniente de obtener una tasación inferior al precio de compraventa es precisamente el porcentaje de financiación que cubrirá la hipoteca, uno de los factores más importantes de este préstamo y también uno de los mayores quebraderos de cabeza entre aquellos que lo solicitan.
Este supuesto sigue siendo rentable para un banco, ya que establecerá una financiación más pequeña, disminuyendo el precio de inversión. Por tanto, tampoco es probable que una entidad rechace una hipoteca en esta circunstancia.
La situación sería especialmente delicada para aquellos que disponen de los ahorros justos para pagar el porcentaje de la vivienda que no cubre la hipoteca, más otros costos adicionales de la compra. Esta circunstancia puede obligar en última instancia a renunciar a la compra. Esto último es recomendable de cara a no crear un exceso de deudas al particular.
Tasación igual al valor de compraventa, el escenario ideal
Que ambos valores sean exactamente iguales es muy difícil, ya que la tasación no es una ciencia exacta. No obstante, en el caso de que suceda esta situación, no existiría ningún riesgode ver denegada una hipoteca por este motivo, de modo que se podría presentar como la circunstancia ideal y segura. Del mismo modo, una valoración cercana al precio de compra, ligeramente por encima o por debajo, no debe ser motivo de preocupación.
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