Comprar una vivienda de segunda mano es una inversión interesante y una gran oportunidad para adquirir una casa en propiedad. Normalmente, este tipo de casas son más baratas, tienen una mejor localización y están acogidas a una menor presión fiscal en comparación con el impuesto de Transacciones Patrimoniales (ITP) de las viviendas de obra nueva.
Una característica de los inmuebles antiguos es su mal estado de conservación. Por ello, es común que vengan acompañados por reformas integrales. Sin embargo, muchas veces puede darnos la impresión o nos querrán hacer creer que se trata de un piso reformado, pero simplemente se le ha hecho un lavado de cara para subir su precio de mercado, sobre todo si lidiamos con vendedores independientes o inmobiliarias de poco prestigio. Ante esto, si tenemos la sospecha de que nos intentan dar gato por liebre, hay que ser precavidos y no dejarse llevar por las apariencias.
Índice
La identidad de la empresa reformadora y la licencia de obras
Antes de que un comprador ponga un pie dentro de una casa, puede investigar un poco para tener una idea de quién está detrás de la supuesta renovación y si se hizo de manera correcta. La pregunta importante es si la propiedad en cuestión fue reformada por alguien cualificado para hacerlo. Para ello, podemos solicitar al vendedor la identidad de la empresa que llevó a cabo la mejora con el objetivo de verificar qué han trabajado en el inmueble y qué reformas llevaron a cabo.
También, si la reforma que se alega es importante, puede resultar útil verificar la licencia de obras, para determinar si el vendedor recibió los permisos adecuados para renovar. Es relevante asegurarse además de que la propiedad no esté usando el espacio de una manera no permitida, lo que podría afectar su valor. Contratar a un perito especializado en reformas es una forma inteligente de investigar a fondo una remodelación y ahorrarnos frustración a largo plazo.
Fijarse en todos los detalles del piso reformado
Cuando se trata de visitar la casa, una buena forma de detectar que se haya realizado una reforma y además de calidad es prestar atención a posibles defectos o mano de obra deficiente. Para ello es ideal visitar la vivienda más de una vez. Cada vez que se entra, se captarán más detalles. La primera vez que se visita, suele tenerse una sobrecarga sensorial, que nos impide analizarla de forma objetiva. La segunda vez, tienes la imagen completa y empiezas a mirar más de cerca en busca de lo que se llaman “vicios ocultos” (defectos relevantes que el vendedor oculta antes de la compra).
Es útil mirar si las ventanas son de aluminio y, a poder ser, con doble cristal, buscar humedades, detectar alicatados que suenan huecos al ser golpeados, al igual que muebles de madera, los cuales hay que observar en busca de cualquier tara o plaga de termitas, etc.
A menudo, son los pequeños detalles donde los compradores podrán identificar las señales de alerta que indican la falta de renovación. En muchos casos, los vendedores sustituyen la puesta a punto de un inmueble en un “lavado de cara” para que la casa luzca presentable, más que en una reforma profunda. Es importante examinar otros pequeños elementos estéticos como huecos en el piso reformado, baldosas viejas y que no se alinean correctamente, puertas que parecen antiguas o chirrían, etc.
La fontanería y la electricidad
A la hora de realizar una reforma profunda, hay dos elementos imprescindibles: la fontanería y la electricidad. Ambos son instalaciones que no pueden ser verificadas a simple vista. Lo ideal es acudir acompañado de algún profesional que pueda dar el visto bueno a la reforma, más allá de verificar por nuestra cuenta la presión del agua y los desagües.
En definitiva, el mercado inmobiliario está formado por dos agentes principales: los compradores y los vendedores (ya sean inmobiliarias o independientes). Los primeros, siempre intentarán sacar una máxima rentabilidad de su material, por lo que algunos pueden llegar incluso a intentar ocultar información o incluso buscar el engaño. Es importante acudir a profesionales inmobiliarios de prestigio que nos den una mayor garantía y seguridad. Sin embargo, ante la duda sobre si una vivienda ha sido reformada o no, es importante mantenerse alerta y rodearse de profesionales.
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